Con los chaparroncitos del viernes era lógico pensar que los carriles estarían pringados. Aun así alguno quería probar suerte, pero se decidió marchar hacia Medina por el carril de servicio. Unos dicen que por la laguna no debe haber barro. Otros hablamos de subir al castillo. Otros, que si vamos con dirección a Medina, la vuelta por el corredor verde estaría bien. Total, que como nadie se quiere arriesgar, hacemos todo por carretera. Vamos catorce. Mejor dicho: vamos once más tres. En principio el día se muestra plácido, sin ganas de guerrear y sí de disfrutar de una jornada tranquila. Marchamos todos juntos, en animada tertulia. Pero nada más pasar por la laguna se forma el pelotón uci-protur y el pelotón lolo. Eso parecía el número pi (por lo de tres catorce). Al llegar al Mojo están esperándonos. Alguno pensó "pa dos deos, dos plátanos", y "mejor que parados, subimos al repetidor y nos vemos en el otro lado". Y eso hicieron. Así que hicimos la cuesta hacia el Baldío de nuevo todos juntos. Pero hasta ahí. Poco a poco el pelotón uci-protur se fue separando cada vez más hasta que los del pelotón lolo los perdimos de vista. Pasamos junto a la venta de El Pedroso y no estaban. Aquí la propia guardia civil, al reconocer a los generales que marchaban en el pelotón lolo, cortaron el tráfico para que éstos pasaran. No me fijé si también se cuadraron. Llegamos un poco más adelante al cruce del túnel, pero tampoco allí había nadie. Continuamos de frente hacia Medina y nos cruzamos con los carreteros de Jerez: sobre setenta u ochenta, separados en varios grupos. Antonio es como Perico: conoce de lejos a todos los ciclistas de Jerez y a la mitad de moteros, por muy rápidos que vayan y aunque lleven la cara tapada. Cuando llegamos a la primera rotonda de acceso a Medina tampoco había nadie. En vista de eso tomamos la pista que va hacia el polígono industrial para desayunar por allí. De pronto empiezan a sonar cohetes y disparos, como el llavero ese que tenía todos los sonidos de los juegos de marcianitos. Es el móvil de Rafa. Lo llaman por teléfono. -Será esa gente, para preguntar que dónde estamos-. Falsa alarma. No eran ellos. Continuamos. Llegamos al polígono industrial y buscamos sitio para desayunar. Cuando estamos terminando llaman de nuevo a Rafa para decirnos que están en la venta del Carbón y se van ya para Jerez. Por lo visto (mejor, por lo oído) se escucha de fondo a alguno gritar con retintín la coletilla de "globeros". Volvemos por la carretera antigua que termina cerca de El Pedroso, disfrutando de la mañana, de lo bonito que está el campo, hablando de to y arreglando el mundo. Y así, casi sin darnos cuenta, llegamos a Jerez, más contentos que unas pascuas y con más de 70 kilómetros recorridos. En la misma rotonda 2 nos enteramos que el pelotón uci-protur está hidratándose allí junto. Nos dirigimos hacia el sitio pero ya varios élites habían abandonado el control de avituallamiento.
Está claro que no habíamos concretado el destino (para desayunar). Algo se había comentado, pero sin confirmar. Está claro que cada cual tiene sus intereses y preferencias. Está clarísimo que cada uno es muy libre de hacer lo que quiera. Nadie está obligado a esperar. Espera quien quiere. Nadie está obligado a retroceder o ir a buscar a los de atrás. Lo hace quien quiere. Pero igual que hay unos minutos de cortesía para esperar a los rezagados en la salida, se supone que es otra cortesía ir esperando a los últimos en los cruces, sobre todo si se va a cambiar de dirección. Que habría que haber dejado claro en la salida o por el camino hacia dónde nos dirigíamos... Cierto. Pero no lo hicimos. Después, que cada uno marche al ritmo que quiera. Lo que no llega a entender mi razón es que ninguno de los once uci-protur (¡ninguno!) se quedara en el cruce para decir "por aquí hemos seguido". También se pueden quedar dos y así la espera es más llevadera. O los de los dos deos, dos plátanos: podrían haber salido a nuestro encuentro y así ni se enfriaban. Tampoco. Los once pensaron eso de "voy palante despacito" y "siempre que venimos a Medina hemos cogido por aquí". Pues lo de la rutina será por el camino, porque la otra rutina de esperar a los de atrás no la vi por ningún lado. Además de todo eso, cachondeito. Pero la verdad, está tan manido lo de globeros que no llega a irritarme ni tan siquiera a afectarme. En el fondo creo que no me molestó la situación absolutamente nada más que por el hecho de que un grupo numeroso tiene un atractivo especial y de catorce que éramos pasamos a tres. Eso sí: aquí jugamos todos con las mismas reglas o parto la baraja (pincho el balón, que dicen otros). Cuando alguno de los uci se vea en determinada situación que no exija lo que hoy no ha sabido ofrecer.
Lo siento pero no tienes razón en tu último párrafo
ResponderEliminarESO OS PASA POR COGER CARRETERAS Y NO CARRILES !ME ENCANTA EL FANGO-RIA !
ResponderEliminarLo siento juan el que no tienes razón eres tú despues que llevas tiempo sin venir vaya tela lo que has formao pichá ya te vale ya deja que me ponga fuerte te va a enterá haber quien deja a quien jajajaj todo de buen rollo eh
ResponderEliminarSigo diciendo que no teneis razón porque ese párrafo es aplicable a cualquiera de los dos grupos, en ese día o en cualquier otro pasado. Ah!!! Y de buen rollo también
ResponderEliminarME GUSTA LA POLEMICA, PERO MÁS ME GUSTA UNA CERVECITA CON TAPA, QUE ES LO QUE AL FINAL NOS REUNE A TODOS. ¡ VIVA LA BICI DE MONTAÑA¡¡
ResponderEliminarasí me gusta todo de buen rollo, esta es mi gente este es mi grupo.
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