Andaba Angelmari con el erre que erre de hacer una ruta nueva por las Lagunas de Espera. Y nada mejor
que ayer, día de la víspera los Reyes Magos, para que aceptáramos con mucho gusto y más frío acompañarlo. Vaya tela, Rosi, ni con bufanda salieron los pingüinos. Como
si no hubiera un mañana. Éste había diseñado, perdón, dibujado en una cuartilla, una ruta que tenía
forma de 8. Era un capricho. Mira que si le hubiera dado por un 69.