29 de mayo de 2012

¡VAMOS A LA PLAYA, UÓ U Ó U Ó!

Hoy, al igual que el sábado, hemos aparecido ocho, pero la ruta completa la hemos terminado cinco. Salimos para Pto. Sherry, pero como los niños de Cortes venían guerreros, sólo querían piedras y trialeritas. Así que de entrada empezamos por Guadabajaque bajando por el senderito de las tunas hasta la cañada del Carrillo. Luego subimos al poblado de San Cristóbal por el carril (¡es mucho decir lo de carril!) de las cuevas, continuando hacia el Rancho La Bola por el camino perimetral que lo rodea. Por las arenas se le rompe a Pepe el cable del cambio y se queda a piñón fijo en el más pequeño. Sigue con nosotros un rato porque todavía era temprano, pero a la altura de Cantarranas se vuelve para Jerez junto con Javier y Rafa .
Los demás continuamos hasta Puerto Sherry. Como el paso por la Muralla está cortado por obras, lo rodeamos por las calles de Vistahermosa. Y entre calles y avenidas, llegando incluso hasta la misma playa por un entarimado de plástico, terminamos en el carril-bici que se dirige hasta Fuentebravía. Por carretera pasamos junto a San Antón y llegamos a la carretera de El Puerto a Rota. Tras cruzarla, marchamos durante un tramo paralelos a la carretera, con dirección a Rota, hasta que enlazamos con la cañada del Verdugo. Juan J. propone continuar de frente por una amplia pista que parece que parece dirigirse hasta el penal y así vamos explorando nuevas recorridos. Llegamos a la carretera, cerca del cruce entre las de Rota y Sanlúcar. Continuamos por lsa carreterita del canal que llega hasta el casino. Allí Diego propone subir por la trialerita que empieza antes de subir la cuesta de las Beatillas y termina junto al parque acuático. Y poco más hasta Jerez, pero ya muy fácil con el viento a favor. Poco más de 60 k. para una calurosa tarde de primavera.

CORTES NATURALEZA EXTREMA

RAFA  P., CRESPO, RAFA V., IÑAKI Y UN SERVIDOR EN LOS  INSTANTES PREVIOS A LA SALIDA.

EN EL  INCOMPARABLE MARCO  DEL PARQUE NATURAL DE LOS ALCORNOCALES DISCURRE ESTA RUTA DE ENORME BELLEZA. LA RUTA COMBINA UNA DUREZA JUSTA CON UNOS PAISAJES PRECIOSOS.
 
ESTE AÑO EL RECORRIDO ESTABA MAS SECO, AUNQUE NUNCA FALTAN LOS PASOS DE ARROYOS Y PEQUEÑOS CHARCOS. HICIMOS TODO EL RECORRIDO JUNTOS TAL COMO HABIAMOS PREVISTO, Y MAS   TRAS PRESENCIAR EN LA PRIMERA BAJADA SERIA COMO UN PARTICIPANTE ESTAMPABA SU CARA CONTRA EL SUELO. NOS QUEDAMOS CON EL HASTA QUE SE RECUPERO Y UN COMPAÑERO VOLVIO A RECOGERLO.

A RAFA PEÑA LO VIMOS MUY SUELTO DE PIERNAS, CON UN RITMO MUY ALEGRE. CRESPO CONSTANTEMENTE LO IBA FRENANDO, RECORDANDOLE QUE HABIA QUE GUARDAR FUERZAS PARA EL FINAL. ! Y ESO QUE ENTRENA POCO !

RAFA VADILLO NOS SORPRENDIO EN LAS BAJADAS. SEGUN EL LE DAN MIEDO, PERO INCLUSO A MI ME COSTABA SEGUIR SU RUEDA.....

Y PARA CALLAR A LAS LENGUAS VIPERINAS AHI ESTA CRESPO EN PLENO ESFUERZO FINAL, Y DEMOSTRANDO QUE DE BAJARSE EN LAS CUESTAS NADA DE NADA. PEPE ERES LA VIEJA DEL VISILLO DEL MTB.

Y ESTO ES TODO AMIGOS. POR CIERTO, AL SER UN PARQUE NATURAL VIMOS CANTIDAD DE REPTILES, ROEDORES, RAPACES, ETC. PERO RATITAS NI UNA. TAL VEZ EL PROXIMO AÑO...........

26 de mayo de 2012

EN CUADRO (PERO DE TITANIO)


Es lo que tiene la primavera: entre el calendario de competiciones internacionales (léase uciprocortes), las astenias y las alergias, los compromisos ineludibles (comuniones y posterior celebración) etc, es difícil congregar en sábado un grupo numeroso. Y eso es lo que ha ocurrido hoy. Sólo ocho en la salida, cuando entresemana nunca hay menos de doce. Fernando R. propone Trebujena y Sanlúcar. Sugiero hacerlo esta vez al contrario, empezando por Sanlúcar, y para allá tiramos.
Con poco más de 20 k. paramos a desayunar. Aquí Antonio, Juan y José M. deciden regresar. Los otros cinco (dos Fernandos, Rafita, Pepe y yo) continuamos con lo previsto. En un agradable recorrido junto al Guadalquivir, pasamos al lado mismo de vaquillas negras, caballos e innumerables aves. Esta vez no nos cruzamos con ningún barco, pero sí con un grupo de piragüistas río abajo. Luego seguimos por la carretera del Práctico hasta el cortijo de Alventus y Trebujena. Atravesamos las marismas por las pistas y carriles de otras ocasiones, pero terminamos cerca de los molinos, por el cortijo El Barrosillo. Desde allí ya sólo quedaba un poco de carretera hasta Jerez. Han sido 90 kilómetros llanos, para ir cogiendo fondillo. 


20 de mayo de 2012

LOS 101 DEL 2012 EN IMÁGENES


SALIDA


CALLE  DE LA BOLA.  RONDA
SUBIDA DE SALINAS.  ARRIATE



CONTROL DE PASO
CUESTA DE ALCALÁ DEL VALLE

POR EL CAMINO

CRUZANDO SETENIL

SUBIENDO LA ERMITA.  MONTEJAQUE

JUNTO A LA ERMITA
BAJADA DE LA ERMITA

COMIENZA LA SUBIDA DE BENAOJÁN A RONDA

GOLPES DE CALOR, MAREOS, CALAMBRES...
CUESTA DEL CACHONDEO
LLEGANDO A META

COMIDA FINAL

10 de mayo de 2012

AHORA, LOS CICLISTAS

¿Que el 092 aumente la vigilancia sobre los ciclistas? Es normal. Si circulan por las aceras, no respetan semáforos, "achuchan" a los peatones, etc, es normal que sean sancionados. Pero pienso que esto va por "tocas". Ahora les ha tocado a los ciclistas por las protestas de una asociación, porque agresiones a los peatones veo y sufro a diario sin que se adopten soluciones: vehículos mal estacionados, ocupando la acera y obligando al peatón a desplazarse por la calzada; otros con el volumen musical a tope; los repartidores de pizzas que circulan a altas velocidades en cualquier dirección, permitida o no; ignorar los límites de velocidad en calles "semipeatonales"; veladores invadiendo espacios públicos para su propio lucro y ganancia; pizarras publicitarias y cartelería colocadas en mitad de las calles; y tantas otras. En varias ocasiones he preguntado a la policía si no actuaban de oficio y me han respondido que sólo lo hacen tras la denuncia previa de un particular. Incluso cuando he avisado por no poder salir del garaje porque otro vehículo taponaba la salida me han pedido primero el número del vado y me han preguntado que si he pitado varias veces por si así saliera el infractor.
Las ciudades son de los ciudadanos, y sobre todo en su calidad de peatones. Pero éstos importan poco a los políticos mientras no se hagan oir. Las ciudades han sido invadidas por vehículos, humos, ruidos, negocios (sobre todo, bares), mesas, sillas, cajas de frutas, toldos, etc, quienes se apoderan de los espacios públicos en su propio beneficio. Resultaría curioso comprobar qué cantidad (medida en metros cuadrados) del espacio público de una ciudad como la nuestra está destinada a los peatones (aceras, calles completamente peatonales, parques, jardines, etc) y cuánta se ha cedido al tráfico. Pensad en cualquier calle tipo y calculad mentalmente la diferencia entre ambas. En la gran mayoría de los casos sale perdiendo el peatón. Seguro. Las bicicletas suponen una excelente alternativa a la congestión de las ciudades motivada por el excesivo tráfico. En algunos países de Europa han conseguido compatibilizar los diversos usos de una forma sostenible, armónica y sin perjuicio notorio para ninguno de los usuarios de la vía pública. Aquí no hemos sabido, ni podido, ni querido, lo que, sea como sea, resulta lamentable.
Estos días han protestado contra las bicicletas... Pues hala: desde el área de circulación se impone una campaña contra los ciclistas que incumplan las normas. Ayer las bicicletas no tenían el menor interés. Mañana se les habrá olvidado ya el calentón. Agua de borrajas, porque en realidad ni los peatones, ni las bicicletas ni las asociaciones importan nada. Pero ¡ojo! Llegará el momento en el que empezaremos a notar un creciente interés por todas estas situaciones, y sobre todo en cuanto se vea el menor atisbo recaudatorio. Y si no, al tiempo.

3 de mayo de 2012

UN REGALO DE TARDE

Esta mañana estaba convencido de que la tarde estaría lluviosa. Desistí por tanto de salir en bici. Pero cuando en la sobremesa vi jirones de cielo entre las nubes, pensé que podría tener alguna oportunidad. Al menos por carretera quizás fuese posible. Con esa idea me dirigí a La Constancia. También cabía la posibilidad de que no apareciera nadie. Bueno, vamos: alguno llegará.
Lobato y Rafa L. ya estaban allí, junto con un amigo de Antonio. Y comenzaron a llegar los demás: Pepe, Rafa V., Diego, Juanma y Javier. Cuando me preguntan ruta lo tengo muy claro: Morabita hasta el silo y vuelta. Juanma añade que con Panzaburra incluída tanto para allá como para acá. Lobato no para de decirnos que no ha llovido nada y que los carriles están secos. Propone Cocodrilos argumentando que esos carriles estarán secos. Rafa, Pepe y yo le porfiamos, porque los tres esta mañana hemos sido testigos en diferentes lugares de la que ha caído. Antonio termina accediendo a lo de carretera, pero pone la ruta: vamos a empezar por la carretera de Morabita con dirección a la del Calvario, para asomarnos a la Cañada de la Loba, porque según él aquel carril debe estar seco. Viento fuerte de poniente que nos daba de cara. Por el camino continúa machacándonos con que el terreno está seco, pero no le hacemos ni caso. En una de esas Pepe se despista mirando al lado, y se mete en la cuneta salpicándose de barro la bici y la ropa (según Antonio, el único barro que había en todo Jerez).
Entramos en la cañada y está seca. Llegamos al pie de una cuesta. Juanma tira para arriba y otros cuatro lo seguimos. Arriba, tanteamos los posibles enlaces para otra ocasión y bajamos por el mismo sitio. Los que no han subido continúan hasta la carretera del Calvario, desviándose a la derecha un poco más adelante de El Barrosillo, de nuevo por carriles, con dirección a Tabajete. Por aquí llevamos el viento a favor, empujándonos a una velocidad endiablada. Cruzamos la carretera de Trebujena y seguimos de frente por las marismas hacia la cañada de Mesas de Asta. Junto a la carretera de Morabita Antonio y su amigo se van para Jerez, y los otros siete subimos a Berango por la "Triple Roja" para bajar por Panzaburra. En lugar de regresar por carretera, continuamos por el carril que hay unos trescientos metros más alla y que termina junto a la viña San Patricio. A la altura del cortijo Ducha decidimos seguir de frente por los toboganes de Santa Rosa, hasta terminar en Jerez. Más de 50 k. y ningún barro por los carriles. Efectivamente, D. Antonio, llevaba usted toda la razón: los caminos estaban completamente secos. Y esta tarde me ha resultado un regalo, pues llegué pensando que no cabía otra que coger carretera. Este recorrido se convierte en una interesante opción para los días que sopla fuerte el poniente: un poco de carretera al comienzo, un par de buenas cuestas y distintas opciones para variantes.

1 de mayo de 2012

CON LOS PAPELES CAMBIADOS

La etapa de hoy ha resultado curiosa. No podría decir que rara, porque ha transcurrido dentro de los parámetros habituales, pero sí con los papeles cambiados. Y ahora iréis viendo por qué.
En un estupendo día para montar en bici nos juntamos veintiún ciclistas en la salida. Para empezar era la segunda mañana consecutiva en la que Pepe llegaba de los primeros, a pesar de que la convocatoria de hoy era a las ocho y media. En cuanto a la ruta no había unanimidad. Entre bromas y coñas optamos por carretera (Medina), aunque algunos aceptaron más por falta de propuestas interesantes o comodidad que por propio convencimiento. Y como siempre, hasta el final con el retintín de los carriles y el barro (¡qué paliza!). Abriendo el pelotón y tirando de él, Juan Manuel, que iba y venía hasta reunir al grupo y vuelta a tirar (como otros días Fernando o Angelmari). Manolo O., muy reflexivo hoy, circulando gran parte del tiempo en solitario y soportando los retos de Juanma. Rafa, en la disyuntiva entre marchar delante o esperar a su coequipier. Antonio V., tranquilo como siempre, pero picando a Lobato. Fernando, más tranquilo todavía, después del viaje. Rafa de la P. con escolta. Andrés y Diego, todo el tiempo "Espera que Espera". A Pepe M. alguna vez lo vimos por detrás, pero a Riki, jamás. ¡Déjate caer alguna vez por la cola, que no pasa ná! La policía por delante y el coche escoba por detrás.
Antonio no varía la ruta, ni incluso cuando pasado El Pedroso el grupo opta por la carretera vieja que desemboca cerca de la venta del Carbón, lo que asume tranquilamente. Antes de llegar pincha uno de los policías y la mayoría del pelotón "sigue palante despacito". Por aquí se vuelve Javier.
Al llegar a la venta, cuatro optamos por subir a Medina y los demás se quedan para esperar a los rezagados (¡Ah! ¡Sí! ¡Ya!). Carlos S. pensaba que había que llegar sólo al pueblo, pero lo animo a continuar hasta el castillo. Por las calles se nos extravía uno, por lo que sólo tres hacemos cumbre, mientras que el grupo espera en el campo base engrasándose bien los gañotes. Antes de desayunar hay dos que se vuelven por donde hemos venido.
Para no regresar por el mismo sitio, Fernando propone tomar la carretera de subida a Medina para desviarnos luego a buscar el parque empresarial y la pista que llega hasta la autovía. En la desviación Pepe y yo nos quedamos a esperar a los últimos, sin saber que los últimos éramos nosotros. Cuando nos decidimos a seguir no vemos a nadie, así que continuamos hasta la autovía por carretera, donde nos están esperando Diego y Fernando. A partir de ahí, y haciendo algunos relevos, nos vamos acercando poco a poco a los que van por atrás. Cuando llegamos al Mojo, nos agrupamos todos de nuevo, decidiendo continuar por la pista hasta la laguna, lo que Antonio acepta de buen grado. Por las Pachecas el pelotón marchaba compacto (como bien reconocía Tomás): dieciocho juntos a estas alturas del regreso. Hay acelerones de unos cuantos por llevarse la meta volante de Lomopardo, pero nada serio, y en el pelotón de espectadores. En la venta de Cartuja unos cogemos por carretera y otros bajo el puente. Y en la cuesta del Serrallo (de los Frailes) comienzan a desatarse las hostilidades. Nos pasan como motos a los que no habíamos cogido bajo el puente. Y ya no paran hasta Jerez, no queriendo ninguno cejar en el pique. Cuando vamos llegando los demás nos encontramos una disputa dialéctica sobre quién ha llegado primero o quién se ha quedado atrás. Más de lo mismo: no se puede estar siempre dale que dale con Riki y luego pretender que cuando llega antes se quede calladito. Pero bueno, todo esto forma parte del buen rollo y de la chispa de cada salida. Seguro que cuando no tuviéramos estos piques ni quien los alimentara nos aburriríamos y los echaríamos de menos.
Cerveza y risas para todos (y algún batacazo de última hora, en medio de la terraza). 85 k. Nos vemos en la próxima.