En una linda mañana de abril para montar en bici nunca hubiéramos pensado que haría tanto frío: un vientecito N-NO que nos ha obligado a ponernos el culote de cuello alto y el sobrecasco de lana.
No estaban todos pero para suplirlos hoy apareció Paco (R. Matteo Tosatto) acompañado de Ana, una compañera del Todobike, con quienes hemos compartido ruta. Con los años que llevamos la mayoría montando en bici, tiene mérito que Paco en tan poco tiempo ande como anda: recuerdo que hace nada iba con zapatillas de deporte y pegando acelerones por la carretera. Hoy es capaz ya de retarse a cualquiera y además no ha perdido la buena costumbre de ir animando al pelotón con su jolgorio.
Unos decían que hacia La Barca. Otros que para la Junta de los Ríos. Al final
siempre pasa lo mismo: Lobato echa a rodar y los demás seguimos detrás. Como nos habíamos enterado que mañana es el campeonato de España en Las Anguilillas pues para allá nos fuimos. Por la carretera de la Morabita las cunetas tenían verdín y el agua de las escorrentías no sé de dónde bajaba, porque el relieve es bastante llano. El guía decía que de Capita hacia Trebujena los carriles son duros y no estarían ambarrados. Efectivamente. Sólo algún charco pero poca cosa. Hasta que llegamos al hangar de los parapentes. En la vaquería de al lado nos dijeron que algún ciclista había aparecido por allí preguntando cómo llegar al pueblo, pero que rápidamente había desaparecido entre las roderas de lodo, estiércol y los gusarapos de los canales. Por lo que decidimos retroceder para tomar otra pista seca que desemboca en la carretera Jerez - Trebujena.
El guía, como los buenos conductores de autobuses en las excursiones (que diría Jesús), tenía ya apalabrado el deayuno en la venta correspondiente. Lógico: es la de su primo. Y allí nos llevó. El desayuno estuvo bien, ateniéndose siempre a lo tradicional, pero a los que se pidieron champán y huevas de mújol les pareció caro. (¡Mi que tiene! ¡Po haberte pedío jamón mismo, que es produtto nasioná!) En ese sitio nos enteramos que el albur (una exquisitez, según parece) no es una lisa (mojonera), porque la lisa es de costa y el albur de río. Pero resulta que se trata de la especie Mugil cephalus, también llamado mugle, mújol, llisa, lisa, liza, albur, cabezudo, capitón o corcón. ¿Entonces en qué quedamos? Alguno a punto estuvo de desayunarse un lenguado a la plancha. Total, que como al final fue verdad lo de la gratuidad al guía, empezaron a lloverle críticas: ¡Vaya cara! ¡Qué bien te lo montas! ¡Eso se llama gañote! Etc. A lo que el dueño nos contestó: "Pues aquí en Trebujena eso no se llama gañote, sino envidia".
Luego subimos al pueblo y cogimos la carretera que, por Alventus, se dirige al río. Como en otras ocasiones, un enorme carguero marchaba buscando la desembocadura, navegando paralelo a nuestras bicis. Como también es habitual, vemos patos, fochas, garzas, y a lo lejos, también un cormorán en vuelo. Pero, cuál no sería mi sorpresa, cuando descubro que el pájaro que viene acercándose cada vez más no es un cormorán sino un precioso ejemplar de Ibis eremita. ¡La primera vez que lo veo en libertad!
Pensaba que íbamos a continuar junto al río hasta Sanlúcar, y que por allí iba a haber barro. Pero me dijo Lobato que seguiríamos por la carretera del práctico hasta La Algaida. Llegando a las compuertas, mosquitos, más mosquitos y nubes de mosquitos. ¡Menos mal que llevábamos el culote de cuello alto y las gafas, que si no...! Por allí vemos algunas parejas y grupos de ciclistas, pero de campeonato de España ná de ná. Entonces me doy cuenta de que, por mucho que estemos en el Guadalquivir frente a las barcazas de los riacheros, la carrera no es en las Anguilillas ni en las Angulillas siquiera, sino en las Aguilillas, al lado de Jerez, y nosotros aquí... ¡Me cago en las mulas de la n!
Cuando estamos todos esperando en la entrada del pinar de La Algaida, hartos de mosquitos, siguen Francis y Lobato de largo por la carretera del práctico, espetándonos "Es por aquí. No espero a nadie". Se escuchan los correspondientes reproches e improperios pero todos lo seguimos. Teníamos que coger una desviación a la izquierda para salir justo enfrente a la carretera de El Calvario. Pero nos la pasamos y llegamos hasta el final, teniendo que coger un tramo de la Chipiona - Trebujena, con muchísimo tráfico. En la de El Calvario llega la venganza de modo que no esperan a Lobato ni en el cruce de Añina. Me vengo con él ya a un ritmo más cómodo hasta Jerez y nos pasamos por Divina por si hubiesen parado allí. Llegamos a tiempo, justo en el momento en el que los demás abrían el paquete de patatas e iba a dar comienzo la tertulia.
Que quede claro que yo he pagado mi desyuno nada de gratuito.
ResponderEliminarLobatini
Respecto a lo de la entrada del pinar de la algaida tengo que decir que yo iba el ultimo (como siempre) y que delante mia iba más compañeros que dijero que era pá lante y no fuí yo, y que no me esperarán pues a mi me dá igual porque si yo pudiera no esperaba a nadie.
ResponderEliminarlobatini