RUTA DE LAS TORRES (TRAMO PATERNA)

La Torre Lascuta (o Torre Lascutana) data del siglo II a.c. y era la fortaleza de la población situada en la Mesa del Esparragal, dominando el paso de la vía romana que unía Carteia (S. Roque) con Corduba.  Lo que queda sobre el terreno es una torre de planta cuadrangular reconstruida con restos romanos. En la actualidad se observan en las cuatro caras tres fases constructivas (o reconstructivas) representadas por tres fajas del paramento, siendo la central la más ancha: podrían referirse cada una a la época púnico-romana, a la almohade (¿o visigoda?) y a la cristiana. Esta última fase debió tener lugar a la par que la reconstrucción de otras fortalezas próximas, que pasaron, a fines del siglo XIII y principios del XIV, de manos musulmanas a cristianas sin cambiar de uso, y que era constituir una línea fronteriza. Pero lo que más atrae es la reutilización, como jambas y dintel en la puerta de acceso actual, de tres magníficos sillares de factura romana que debieron pertenecer en otro tiempo a alguna construcción noble. Y, por supuesto, el conocido como Bronce de Lascuta.

En una mañana típica de verano (con fresco a primera hora y algo de calor más tarde, pero nada de viento) nos fuimos a recorrer con la bici lo que antes había estado indagando en los mapas. Entre pinos y arena cruzamos La Suara y nos dirigimos hacia Gigonza. A partir de allí había que ir encontrando los caminos que nos llevasen hasta la torre, caminos nuevos y fáciles que sólo se complicarían un poco justo al pie de la Mesa. Al llegar nos da la bienvenida un nutrido rebaño de ovejas, que todavía dormía a esa hora y que al oirnos comenzó a salir precipitadamente por la puerta de la torre, pero de una en una porque la anchura de la entrada no da para más. Tras asomarnos al interior y tomar algunas fotos, regresamos por el mismo camino.

El acercamiento a la Torre Lascuta nos ha servido para comprobar la trama de senderos y cañadas que discurren por esa zona, que permiten enlazar un recorrido circular en torno a la línea de torres fronterizas, o simplemente como alternativa a la clásica Cruz del Valle.