Estas son algunas fotos del espléndido día que hemos disfrutado hoy por Los Alcornocales. Las imágenes hablan por si solas.
Posando delante de Piedra Orá |
En la parte baja de la foto se aprecia una de las tumbas con agua. |
Junto al arroyo de Valdeinfierno |
Resultaba difícil dejar pasar una convocatoria de ruta por los Montes y más cuando se ofrecían escenarios tan espectaculares como Piedra Orá, Valdeinfierno o Montecoche. Con un recorrido en forma de 8 hemos subido por la finca de Murta hasta Piedra Orá. En la bajada pudimos observar una necrópolis de tumbas antropomorfas excavadas en la roca. Luego nos dirigimos a Valdeinfierno, recorriendo el precioso sendero que discurre junto al arroyo del mismo nombre. Y de allí a Montecoche para deleitarnos con unas magníficas vistas de toda la bahía de Algeciras.
Día estupendo, con niebla que pronto despejó y algo de poniente al final, que hemos compartido con amigos con los que habíamos pedaleado en otras ocasiones: Pepe López (el guía), Javier Mateos, Adolfo, Patricia, Diego, Vicente (a él no lo conocía) y Fernando.
Pues sí, no nos podíamos perder esta oportunidad excepcional de recorrer Murta, Montecoche y Valdeinfierno y visitar lugares tan singulares como las tumbas antropomórficas, la Piedra Orá y Los Canutos de Valdeinfierno. Además, conducidos por Pepe López y en un día inmejorable en lo climatológico. Fueron 75 km. de Alcornocales puro.
ResponderEliminarY para rematar la faena, un papelón de queso curao que nos ofreció Javier Mateos, al que solo faltó la nevera con latas de cerveza que olvidó en su casa, porque desde bien temprano tuvo que andar buscando a su perro que se le escapó (menudo mejor amigo del hombre).
Y como todo tenía que salir bien, hasta la Benemérita Guardia Civil se apiadó de nosotros al sorprendernos circulando por un tramito de la Vía de Servicio de la Autovía de Los Barrios en dirección contraria. Podía habernos "dado la vacaciones", pero no. O debieron entender los guardias que seríamos "maestros-escuela", con lo que ya teníamos bastante penitencia o tal vez fuera que el Santísimo estaba de nuestro lado, para lo cual ya estaba tardando. El caso es que solo nos faltó comprar lotería en La Palmosa. Aunque bien pensado, ¿para qué?, si el premio gordo nos ha tocado ya con este deporte y este pedazo de trozo de cacho de grupo humano.