La de ayer fue la ruta de La Señuela, también llamada la de
las "Rectas Eternas". Un ciento y pico de kilómetros. Salimos un buen puñado tras dar la bienvenida a Fernando D.
que, por fin, ya era hora, cambió su antigua Mérida por una Trek, por capricho de
su hijo mayor y a la que él no le hizo ascos.