La de ayer fue la ruta de La Señuela, también llamada la de
las "Rectas Eternas". Un ciento y pico de kilómetros. Salimos un buen puñado tras dar la bienvenida a Fernando D.
que, por fin, ya era hora, cambió su antigua Mérida por una Trek, por capricho de
su hijo mayor y a la que él no le hizo ascos.
Llegamos por la vía de servicio del tren a Lebrija, pueblo importante que viera nacer a Elio
Antonio de Nebrija (creador de la primera gramática castellana) y Juan Díaz de
Solís (descubridor del Rio de la Plata) y criarse a un servidor. Allí,
con cierto suspense por si llegarían o no a tiempo los molletes, desayunamos.
Luego, la mitad de la cuadrilla renunció a la aventura de superar la centena de
kilómetros (hicieron bien), mientras la otra mitad fuimos a la tierra
prometida, la de La Señuela, a la que llegamos por la “Vía Verde de Las Pameras”. Casi carretera de 9,5 interminables km. llanísimos, que a más de uno dejó como las
elecciones últimas al PP. Esta finca, cuyas ruinas y ermita visitamos, fue en su día de un conocido ganadero y peota (Fernando Villalón). Los caballos,
vacas marismeñas y cigüeñas campan allí a sus anchas teniendo al Rio Grande (Betis) como único
testigo de su plácida existencia. En ese entorno no es de extrañar que el dueño
de la finca encontrara tan buena fuente de inspiración para escribir poesías, que, dicho sea con respeto, pudieron ser mejores si hubiera aprovechado más la compañía de colegio de Juan Ramón Jiménez.
Luego, la carretera de Práctico, que lleva hasta Sanlúcar y discurre pegada al río, acabó con la rodilla de Pepe Mateo y la resistencia a los
calambres de un servidor y de Paco. Mucha arroz para tan pocos pollos.
Más tarde, llegamos a Trebujena por la carretera del río y
allí hicimos acopio de la energía necesaria para llegar a casa casi vivos. Y
digo casi, porque al fin la carretera de Morabita o antiguo Camino de Lebrija
dio la puntilla a más de uno.
Buen esteno de la Trek, aunque para esta ruta no hubiera hecho falta la horquilla que trae y menos que sea , como dice Francis, "inteligente".
Me tienes confundido Fernandito. Te hacia en tu niñez por la Sierra de Cazalla y ahora resulta que discurriò por las llanuras de Lebrija. Al final vas a ser como los de Bilbao, que nacen donde les da la gana. Por otra parte me alegro de haber recortado la ruta viendo el lamentable estado en que terminaron algunos, aparte de la ineludible excusa gastronòmica que me traia entre manos. Y es que no todo en esta vida va a ser dar pedales o acumular tripletes....
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