El pasado sábado, 5 de mayo, hicimos la clásica ruta de Los
Caños, llevados por Juan Jiménez.
En esta ocasión, al contrario que tantas otras veces
anteriores, el parte meteorológico amenazaba lluvia, a pesar de lo cual
diecisiete nos arriesgamos a mojarnos y a fe que lo logramos. Por cabezones.
Otros, muertos de risa ellos, decidieron quedarse en cama, que es donde mejor
se está los sábados lluviosos, porque “la cama to lo sana”.