4 de mayo de 2017

LOS CAÑOS EXTREME Y CON LLUVIA


El pasado sábado, 5 de mayo, hicimos la clásica ruta de Los Caños, llevados por Juan Jiménez.


En esta ocasión, al contrario que tantas otras veces anteriores, el parte meteorológico amenazaba lluvia, a pesar de lo cual diecisiete nos arriesgamos a mojarnos y a fe que lo logramos. Por cabezones. Otros, muertos de risa ellos, decidieron quedarse en cama, que es donde mejor se está los sábados lluviosos, porque “la cama to lo sana”.
Primero recorrimos el pinar de La Breña con más arenas que donde las hacen para llegar a la Torre del Tajo. Tras la parada y foto obligadas, recorrimos el sendero del acantilado que nos llevaría a Barbate, donde el agua de lluvia quiso convertirse en compañera inseparable, aunque no invitada.

Llegados al cruce cercano a San Ambrosio, optamos por emprender la larga subida a Vejer, y ahí empezamos a pagar la factura por desafiar a una inclemencia meteorológica implacable, de modo que poco después de pasar por “los ventiladores”  decidimos parar, echar mano por una vez  de la sensatez  y regresar, aunque ya el agua nos salía por las suelas de los zapatos. Tanta cayó que los caminos se convirtieron en infinidad de charcos, donde la Espe (Aguirre) debería sentirse la mar de feliz en medio de todas “sus ranas”.

Una vez en el punto de partida, algunos decidieron, ya que debían aprovechar el salvoconducto sabatino matrimonial, hacer unos kilómetros más; otros, al contrario, optamos por volvernos para casa con dos co…, por aquello de que “si hay que seguir, se sigue; pero seguir pa na y empapados de agua, pues no”.

Por lo tanto, un paseo bicicletero interruptus, que debe tener una segunda oportunidad más  pronto que tarde, y con final arrocero, como dios manda y estaba previsto. 

1 comentario:

  1. Como dices bien Fernando, una retirada a tiempo es una victoria.
    Ya habrá tiempos mejores y lluvias menos frias.¡¡¡

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