¿Creíais que no iba a volver nunca?
Los días plácidos van llegando a su fin. La tregua se acaba. El tiempo de disfrutar sobre la bici tiene los días contados. Aprovechad las últimas horas. Porque recordareis con nostalgia las rutas cómodas, las salidas en las que el sudor no hacía acto de presencia por vuestras frentes, aquellas jornadas sin mayor dificultad que la resistencia que ofrecía la dulce brisa sobre vuestros rostros. Se acabó la agradable conversación. Si creíais que todo iba a resultar así de fácil, que la calma estaba instalada en vuestros sillines y que esa situación duraría indefinidamente os equivocabais.