El 7 de octubre de 2001 Fernando R. y
yo nos decidimos a hacer una tirada larga por los montes. Estaba
empezando el otoño y la temperatura nos animaba a rodar por esas
carreteras entre bosques.
Comenzamos el recorrido en Pto. Gáliz con dirección al Mojón de la
Víbora. El frescor de la mañana y los chaparrones que habían caído la
tarde anterior hacía que hubiera muchos animales por la carretera
(ranas y algunas salamandras). Ese tramo tiene muchos toboganes, aunque
más de la mitad, en la dirección que marchábamos, se hace en subida, y
ya la segunda parte es un cómodo descenso hasta el Mojón. Allí nos
desviábamos a la izquierda para bajar muy rápidos hacia Ubrique,
serpenteando continuamente y con la precaución propia con los coches y
paseantes. Tras subir el empinado repecho hasta llegar a la gasolinera
que hay a la entrada del pueblo, continuábamos hacia El Bosque. Hasta
Tavizna la carretera tiene unos tramos de pendiente descendente muy
pronunciada, pero es muy amplia y no había que estar pendiente al
tráfico. A partir del puente tira para arriba pero se va haciendo cada
vez más suave. Pasando el Bosque y en dirección a Arcos, nos desviamos a
la izquierda por la carretera que se dirige a Algar. Esa carretera,
por la que circulamos muy tranquilos, sí que tiene contínuos
toboganes: buenas bajadas y buenos repechos. Poco antes de llegar al
pueblo tomamos un desvío a la izquierda por una pista que adaptaron
mientras que la carretera de Tempul y Picao estuvo cortada. Fue el
único tramo de carriles que haríamos, también con fuertes bajadas y
repechos, hasta terminar por Garcisobaco, donde nos incorporábamos de
nuevo a la carretera. Seguimos a la izquierda hasta Rojitán y allí
enlazamos con el desvío a Los Hurones.
En
el mismo poblado del Embalse paramos a comer algo. Luego regresamos
otra vez a Rojitán y continuamos hacia la izquierda, pasando por
delante de la Jarda, para hacer la última subida, que, suave pero
tendida y curva tras curva, nos llevaría de nuevo hasta Puerto Gáliz.
Nos salieron 96 k. en 5 h.
29 de enero de 2011
28 de enero de 2011
V EDICIÓN 101 DE LA LEGIÓN
Como ya tenía el veneno bien
inoculado, a la semana de regresar de Ronda y una vez recuperado del
cansancio, los calambres y agujetas, tenía mi gusanillo para inscribirme
al año siguiente y sólo le daba vueltas a cómo tendría que planificar
la temporada de entrenamientos para llegar en mejores condiciones.
Llegó el día y allí estaba
dispuesto a disfrutar más y sufrir menos. La salida, al igual que el año
anterior, estaba repletas de ciclistas y marchadores, todos deseando
que comenzara la prueba para dar rienda suelta a sus energías. A esta
edición también se habían inscrito Julio y Rogelio. En alguna ocasión
habíamos salido a entrenar juntos.
El recorrido fue básicamente el mismo, con lo cual ya lo conocíamos del
año anterior y sabíamos dónde empezaban los tramos duros y dónde se
podía apretar un poco más. La principal diferencia estuvo en la subida a
la ermita de Montejaque: la vez anterior se subió por la pista de
tierra desde el cuartel
y en esta ocasión se subía desde el pueblo, por el estrecho zigzag
empedrado. Ni por un lado ni por otro la había podido subir montado en
la bici.
De los 1.539 ciclistas que tomamos la salida conseguimos terminar
1.335. Al final logré rebajar el tiempo del año anterior en una media
hora, obteniendo el puesto 127º de la general y 48º de mi categoría,
tardando para ello 5 horas y 58 minutos.

LA TORMENTA PERFECTA (perfecta para volverse)

Ritmo "allegro ma non troppo" y algunos pensando: "Esto es el viento. ¡Verás tú a la vuelta!". Pasamos de largo las dos cuestas ("Bueno. A la vuelta, quien quiera") y nos vamos aproximando a la tormenta perfecta. Cielo gris y nubes "Azules Oscuras Casi Negras". A la altura de la entrada de la finca de Espartinas un grupo de cola dice que se vuelve antes de que llegue la lluvia. Me uno a ese grupo, pero me paro a hacer una foto y a ponerme el chubasquero. Mala decisión: me obliga a realizar unos cuantos kilómetros en solitario, con el viento de cara y la lluvia encima.
Los fuertes y los valientes continuaron. De vuelta, llego hasta el grupo que iba por delante, que están parados poniéndose los impermeables. Rafa me dice que espere, porque ha habido una caída. El muchacho que iba con una Mérida Albontech (con rueda gorda delante y slick detrás) llevaba pinchada la delantera, y al ponerse de pie con el suelo mojado, le patinó, se cayó y para colmo partió la tija del sillín a la altura del cierre (¡y sin parar de llover!). Rafa y yo continuamos hasta Jerez. Por el camino nos cayeron dos o siete chaparrones. Llegué chorreando, con 28 k. recorridos, en 1 hora 20 minutos. A los demás no tengo ni idea de cómo les fue: la tormenta, el agua, el viento de cara, la Mérida sin sillín, las manos y los pies helados... En fin, el invierno.
23 de enero de 2011
RUTA DE LOS MOLINOS (LOS AÑOS '90 IV)
En el año 1994 diseñé esta ruta, Molinos, como homenaje al ciclista Antonio Martín, atropellado mientras entrenaba.
Comenzando
en el área recreativa Los Tornos, junto a Facinas, la ruta discurre al
principio por la carretera que baja hacia Tarifa. Se toma luego a la
izquierda una pista forestal que recorre durante unos 15 k. toda la
ladera sur de la sierra de Ojén, en suave subida. El
camino está bordeado en todo momento por arboleda, alcornoques sobre
todo y abundante matorral. Algunos árboles tiene una forma increíble
debido a la fuerza del viento, aprovechada para generar energía a través
de una multitud de aerogeneradores que ocupan estas montañas (y de ahí
el nombre de la ruta). Tras tomar un desvío por debajo de la cara norte
del Cabrito se llega al parque eólico Ahumada, desde donde se puede
subir con unas fuertes pendientes hasta el Tajo de Las Escobas.
Continuando junto a la aldea del Palancar, se llega hasta el área
recreativa del Bujeo, y tras otra subida con extraordinarias vistas del
Estrecho y África, accedemos a Las Corzas, que es posiblemente el tramo
más bello de todo el recorrido.
Pasando
junto a la Casa de las Corzas se llega hasta el Puerto de los
Alacranes, bajando luego por una estrecha carretera asfaltada (*ver
ruta de Los Alacranes) hasta el cortijo de Ojén. Tras cruzar el arroyo
del Tiradero se sigue a la izquierda por la carretera-pista del mismo
nombre. A partir de aquí se atraviesa una zona más abierta de bujeos y
se pasa junto al embalse del Almodóvar, continuando ya cómodamente hasta
donde comenzamos la ruta. En total son 67 k., unos 55 por pistas y 12
de carretera asfaltada, pero sin tráfico apenas.


EL SENTIDO DEL LÍMITE Y EL LÍMITE DEL SENTIDO

Si os interesa leer algo más sobre este tema, podeis hacerlo a través de este enlace.
22 de enero de 2011
III PRUEBA CICLISTA VILLA DE GRAZALEMA
Ese verano me había comentado Juan
Antonio que en septiembre organizaban una marcha BTT en Grazalema. Y a
pesar de que era en una fecha poco habitual (recién terminado el verano)
nos apuntamos.
El 20 de septiembre de
2003 participamos en la tercera edición de una prueba que todavía estaba
en sus inicios, pues había muy pocos inscritos (creo que éramos sobre
cuarenta). En la plaza del Ayuntamiento de Grazalema nos dieron los
dorsales y allí nos juntamos un pequeño pelotón para hacer el recorrido.
Salimos por la gasolinera con dirección a Villaluenga, y al empezar la
subida hacia el cruce de Los Alamillos el grupo se estiró. A partir de
ahí ya no marchó el pelotón junto en ningún momento. Íbamos cruzándonos o
adelantándonos unos a otros, pero muy desperdigados. Continuamos por la
carretera hacia Villaluenga. Al llegar al pueblo nos desviaban a la
izquierda por la dura cuesta de hormigón de algo más de un kilómetro que
se dirige a Los Republicanos. En lugar de bajar hacia los llanos,
girábamos a la izquierda, por el alcornocal de La Mesa, continuando por
carriles de La Mata, los Arenales y los Álamos, hasta alcanzar el río
Campobuche y salir de nuevo a carretera por el puerto de Los Alamillos.
Desde ahí era todo ya bajada prácticamente hasta el mismo lugar de
salida en Grazalema.
Me salieron 30 k., en 1 hora y 20 minutos.
Al finalizar fue la entrega de
premios. Había trofeos y premios en metálico, pero nosotros sólo
conseguimos una camiseta por nuestra participación y el haber disfrutado
de la ruta.
16 de enero de 2011
II SEVILLA EXTREME 2003
El 12 de abril de 2003 un buen número
de los que hoy todavía continuamos pedaleando participamos en la II
edición de la Sevilla Extreme.
Fernando D. nos había comentado y repetido la belleza y las
excelencias de esta maratón por la Sierra Norte de Sevilla. Total, que
nos animamos, hicimos la incripción y allá que nos fuimos.


La primera parte del recorrido
discurría entre unos preciosos bosques adehesados con muchos
alcornoques. El suelo, a pesar de la lluvia, estaba en muy buenas
condiciones, y
el ambiente, con una ligera niebla, le daba un colorido espectacular al
entorno. Todo estaba muy verde y con la ligera humedad de la reciente
lluvia. Fue uno de los tramos más bonitos de los varios que había a lo
largo de todo el recorrido. Al aproximarnos al Huéznar teníamos que
cruzar el río, que iba con bastante caudal.

El paisaje en este tramo era más
abierto y despejado, con amplias pistas por las que circulamos más
relajadamente varios kilómetros, hasta llegar al pie de la subida a Las
Jarillas. Esa subida la hicimos por el carril de un monte, con el suelo
muy bacheado y duro, con mucha piedra suelta, y con varios tramos de
fuerte pendiente que estaban escalonados, lo que hacía más soportable el
ascenso. Al finalizar la subida había un avituallamiento, casi
escondido, que me llamó la atención porque repartían "Huesitos" como
barritas energéticas. Eso sí: era muy agradable de comer. Luego
atravesamos unas extensas dehesas de alcornoques, sin grandes
desniveles, pero que parecía que no se acababan nunca, porque llevábamos
ya más de cien kilómetros. Y de ahí a meta, tranquilitos.
Finalicé en el puesto 368 de la
general y 95 de mi categoría, de entre 870 participantes, con un tiempo
de 8 horas y 7 minutos. Todo una delicia de ruta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)