Teniendo oportunidad es difícil resistirse. Y es que a las 8 de la mañana hace una temperatura ideal para montar en bici. Por eso llevo ya un par de salidas a las órdenes del jefe de las ocho: Lobato. Él pone la hora, la ruta, el ritmo y dónde se desayuna, aunque siempre está abierto a sugerencias. El jueves nos fuimos por la Laguna de Medina y el Mojo, hasta El Pedroso. Y hoy tocaba Jédula. Salimos cinco por el carril de servicio de la autopista hasta N. Jarilla. Por el olivar llegamos a la carretera de Gibalbín, terminando por la cañada de Vicos. La vuelta, por la carretera de Arcos.
114 k. entre los dos días.
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