Al final de la salida, mientras se toma un café o una cerveza, es habitual hacer el repaso de la ruta comentando quiénes iban más fuertes o quiénes se quedaron en la cuesta. Siempre es divertido ese "pique" entre amigos, dando lugar a un posterior rato de tertulia, donde cada uno cuenta cómo ha visto a los demás o los problemas que ha tenido para seguir al grupo de cabeza. Entre tanto, el que llegó primero, relajado ahora y con una sonrisa de oreja a oreja, no dice nada, sólo escucha, esperando recibir algún halago y dejando que los demás se enzarcen. Aunque “algún primero” es el “primero”, pero en sacar a relucir la fenomenal paliza que le ha dado a todos los demás, con un cigarro en la boca, llevando un mes sin salir, con un fuerte resfriado que le impide respirar bien, sin agua apenas durante todo el recorrido y habiéndose acostado la noche anterior a las tres de la madrugada. (Leer más)
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