Nadie es imprescindible, pero todos somos importantes y necesarios. ¿Qué sería de nosotros sin el lomita, sin el peperrobe, sin cualquiera de los demás? Todos aportan algo, los habituales y los ocasionales. Cada cual a su manera: serenidad, alegría, cohesión, ayuda, frescura, humor, sensatez, ánimos, etc. Todos aportan algo, pero a algunos se les nota más (como en el vídeo. Ni las imágenes ni el sonido han pasado por el fotochop ni por el audiochop. Es sonido real y auténtico). Unos pasan de puntillas y no hacen ruido. Otros son más escandalosos y no pueden estarse quietos. Hay quien habla poco, pero cuando lo hace sienta cátedra. En fin, la variedad que conforma cualquier grupo, donde todos aportan y del cual todos se benefician.
Hoy, salida relajada, por carriles oreaditos después de las lluvias del lunes, con una preciosa luz de atardecer. Por el Camino de Regla (cañada en dirección a Rota), en mitad de ninguna parte, nos encontramos una construcción nueva: una enorme pérgola, bajo la cual había unos grandes bancos, unas papeleras y unos indicadores, todo de madera, a modo de mirador hacia las viñas, o descansadero de una de las vías de GR. ¡A saber qué será! Más adelante, al saltar la cancela del cortijo Santo Domingo, el guarda nos llama la atención, no porque tega nada contra nosotros, sino porque está harto de que se le metan por allí motos, quads, gente a caballo y hasta chatarreros buscando lo que pillen, según nos dijo. Pero con un poco de amabilidad y comprensión llega casi a abrirnos el candado.
Llegamos a Jerez con 40 k., sin incidentes y con luz suficiente para no tener que encender los pilotos. Y el cafelito.
Hoy, salida relajada, por carriles oreaditos después de las lluvias del lunes, con una preciosa luz de atardecer. Por el Camino de Regla (cañada en dirección a Rota), en mitad de ninguna parte, nos encontramos una construcción nueva: una enorme pérgola, bajo la cual había unos grandes bancos, unas papeleras y unos indicadores, todo de madera, a modo de mirador hacia las viñas, o descansadero de una de las vías de GR. ¡A saber qué será! Más adelante, al saltar la cancela del cortijo Santo Domingo, el guarda nos llama la atención, no porque tega nada contra nosotros, sino porque está harto de que se le metan por allí motos, quads, gente a caballo y hasta chatarreros buscando lo que pillen, según nos dijo. Pero con un poco de amabilidad y comprensión llega casi a abrirnos el candado.
Llegamos a Jerez con 40 k., sin incidentes y con luz suficiente para no tener que encender los pilotos. Y el cafelito.
Mal dia hoy pa los merengues.... pero bueno, los que se han atrevido a salir han aguantado con una dignidad y estoicidad que les honra las mofas y burlas de los culës del grupo. ! Que vamos a hacer Manolo, el arbrito no viô el pisotön de Tomäs.....y yo ! tampoco !
ResponderEliminar