En mi pueblo sin pretensión
tengo mala reputación.
Haga lo que haga es igual,
todo lo consideran mal.
Yo no pienso pues hacer ningún daño
queriendo vivir fuera del rebaño.
No, a la gente no gusta que
uno tenga su propia fe.
No, a la gente no gusta
que uno tenga su propia fe.
Todos, todos me miran mal,
salvo los ciegos. Es natural.
A raíz de la polémica generada con la entrada “Tarjeta
descuento” y de los múltiples comentarios aparecidos, quiero dejar claras una
serie de ideas. Vamos por partes.
Javier: no hay ninguna forma especial de poner el nombre en los comentarios.
Simplemente lo pones (si te apetece) y ya está. Dices que “Sin ánimo de
polemizar”, pero toma Orbea y venga Orbea y más Orbea. Está muy descarado, ¿no
te parece? Como puedes comprobar en mi comentario puse “¿por qué casi todos llevamos...?”, lo que significa que yo
también me incluyo. Con eso quiero decir que es imposible que alguien sea
absolutamente solidario, coherente y defensor de lo local, valores que, al
igual que tú, pretendo llevar a cabo, pero sin caer en situaciones extremas y
absurdas. Como entiendo que te refieres a Francis (aunque no lo mencionas) te
diré que es posible que el día de la berza tuviera un fallo (como me dijo Pepe
Mat.). Es cierto que quizás él (Francis) se sintiera molesto y pensara (aunque no
me lo dijera): “Quillo, Angelmari. ¡No le hagas publicidad a la competencia!
¡Por lo menos, no delante mía!” Lleva razón. Y pido disculpas. Pero yo no voy a
obtener ningún beneficio de nadie. Me limité a transmitir una oferta para quien
le pudiese interesar. Lo veo como cuando pongo un enlace a alguna ruta. O como
las lentejas. Y no por eso soy más ni menos amigo de unos u otros.
Continúas con lo de que “hay que pensar en Jerez” y lo de la
amistad. Vaya. Lo de “cambiar la amistad por unos eurillos” te ha quedado digno
de los mejores discursos de la clase política. Pero estás confundiendo la
amistad con el interés particular, y no entro a valorar que esté bien o mal. En
este tema al que me estoy refiriendo no entiendo la solidaridad como comprar
exclusivamente en la tienda de mi amigo, ni la amistad como “bailarle el agua a
nadie”, ni dar coba a cambio de favores. Lo entiendo más como la honestidad de
no engañar a nadie, de “ir por derecho”, de cara, sin dobles intenciones. Aún
recuerdo una ruta que organizaste, a la que invitaste a los amigos, cobrándoles
(“unos eurillos”) y que fue muy comentado.
No pretendo adoctrinar a nadie sobre la amistad, pero
tampoco consiento que me vengan con lecciones de moralidad de tres al cuarto.
Repito, una amistad no puede estar basada en la “exclusividad”. La exclusividad es un concepto mercantilista.
Es una cláusula mediante la cual un trabajador se compromete a no realizar
labores para otro empleador (Artículo 26
Coexistencia de Contratos. “Un mismo trabajador puede celebrar contratos de
trabajo con dos o más empleadores, salvo
que se haya pactado la exclusividad de servicios en favor de uno solo.”)
Aquí todos compramos lo que nos parece, cuando nos parece y
en el lugar que nos viene bien, por múltiples y diferentes motivos (cada uno
sabrá). Creo que no hay nadie que se pueda sustraer a eso. Conozco a compañeros
que han comprado (y me refiero a artículos relacionados con el ciclismo) en
todas las tiendas (que no enumero para evitar el tostón) de bicicleta que hay
en Jerez, El Puerto, Puerto Real, Sanlúcar, Cádiz, etc, y hasta en Málaga,
además de los supermercados de turno, las macrotiendas de deporte, los centros
de oportunidades, Internet y el chino. Y a nadie le he afeado nunca que compre
aquí ni allí. Y menos invocando el nombre de la amistad. Aquí todos hacen lo
que quieren, con quien les da la gana y compran donde les parece. Pero algunos se
encuentran con la autoridad de dar lecciones a los demás de lo que deben hacer.
Todo el mundo compra donde le viene bien, pero siempre es bueno tener a Francis
de su lado para que les arregle todas las puñeterías que salen. Estoy de
acuerdo en lo que entiendo que pueden ser los planteamientos generales (“actúa
localmente”), pero sin pasarse. Los argumentos que das se caen por su propio
peso (“chupador de sangre”, “el dinero se va a Córdoba”, etc). Y desde luego, lo de la amistad ya es el
colmo. Siempre he tenido una relación correcta con Francis y él me ha atendido en la misma
proporción. No tengo ninguna queja de su servicio, pero tampoco tengo ninguna
exclusividad. Nunca he pretendido aprovecharme de su confianza, ni le he
gastado ninguna jugarreta. Al contrario, le estoy muy agradecido. Pero cuento
con la total seguridad de que él entiende que tengo libertad para ir allí o a
otra tienda. Y si no lo entendiese así creo que se estaría equivocando. Si
alguien le debe favores a Francis, que se los pague, pero que no se apunte
tantos a mi costa. El que quiera ganar puestos que lo haga por sus propios méritos,
sin tener para eso que hundir a los demás.
Quelido plimo:
Si Andlés comentó lo de Ciclos Cabello yo no me entelé. Y me
lesulta culioso que una y otla vez siemple me quedo fuela de juego. No es la plimela vez. No me entelo del
nomble, no me entelo de la lopa, no me entelo de la taljeta, no me entelo de
algunas lutas… No me entelo de ná. ¡Vaya tela con la soldela!
Albelto Col-lea me comentó que se lo había oflecido a un tal
Andlés, quien le dijo que elan un glupo de cualenta, que salían de La Plata. Esto mismo me lo confilmó
Manolo M. Pol lo tanto pensé que se
tlatalía de otla pelsona distinta.
Lo del nomblecito del glupo no me lo dijo Albelto, fue una
bloma mía. Y lo del “buen lollito” lo pongo lemedando a quienes no palan de
decil de los demás “pel-lo judío” y después telminan con “…y todo esto de buen
lollito. Je je je”.
Con lo de que la “amistad no entiende de descuentos” estoy
de acueldo. ¡Pelo mila quién vino a decil-lo! No me vengas a dal lecciones de
amistad, pol favol. Lespecto a la amistad y los eulillos no quielo lepetilme,
pol lo que me lemito a lo que he esclito más al-liba. Y me palece muy bien que
estés de acueldo con esa teolía, pelo, centlaña, ¡ponlo en pláctica…! ¡Que
tienes la taljeta del chino en númelos lojos! Después mucho cachondeíto con la
lopa de los demás, pelo el culote que le encalgásteis a medida al compadle mandalín te queda un poquito lalo.
Pala
lollito, mejol que el de plimavela, plefielo el de otoño. Glacias.
Señores, el espectáculo brindado ayer por el Barça bien debe servir para empezar la semana con muuucha alegría y para demostrar que las "inrritaciones", como las de Mou, no sirven para nada... excepto para que el Madrid se quede a 11 puntos.
ResponderEliminarManolo, seguro que todo se queda en una escaramuza entre amigos, que debe olvidarse y se va a olvidar muy pronto. En unos días estaremos en Navidad.