Ahora que el tiempo se pone lindo... Ahora que el cielo se muestra más azul que blanco.... Ahora que los charcos se están secando y el barro va cogiendo consistencia... Ahora llega frío. Pues bienvenido sea. ¡Qué ganas tenía! Soporto mejor el calor, pero me gusta más el frío. Sólo un bote de agua y llevo de vuelta casi toda. Apenas sudo. Apetece no parar, porque de lo contrario te quedas helado. Pero qué bien se rueda por esos caminos abiertos con el sol calentando la espalda y los brazos. ¡Qué delicia de sol!
Las tardes son cortas. La oscuridad se acentúa por momentos y a cada rato que pasa se notan los tres o cuatros grados que baja la temperatura. Luces y pilotos, recorrido cercano, pocos kilómetros y tempranito a casa.
En cambio las mañanas... Medio día por delante para disfrutar de los caminos. Salir abrigados y terminar cuando el sol más calienta. Subir a Cuartillos y desde allí divisar todo la vega del Guadalete y la limpia silueta de la sierra en todo su esplendor. Poco a poco se va notando calor. En la primera parada te despojas del cortavientos. Más tarde del cubrecuello. Pero el equilibrio térmico que se produce entre la temperatura interna y la externa es inmejorable para el pedaleo. Y toda la mañana por delante. Y todo el horizonte por delante.
Ahora las tardes son cortas y frías. Pero ya hemos atravesado el solsticio y está el aliciente de saber que cada día crecen un poco, aunque despacio, para poder disfrutar de cada minuto más de luz, de cada kilómetro sobre la bici.
Felices pedaladas.
Pedalear es lo mejor para combatir el frío. Ya vendrán días, y muchos, de sudar la "gota gorda" hasta antes de dar a los pedales.
ResponderEliminarFelices Fiestas.