OVILLEJOS DEL DESDICHADO CICLISTA CARDENIO
¿Quién menoscaba mi aliento?
Tormento.
Y ¿quién me engrilla con hierro?
Encierro.
¿Y quién daña mi ventura?
Clausura.
De ese modo, en mi locura
Ningún remedio me alcanza,
Pues me matan la esperanza
Tormento, encierro y clausura.
¿Quién me causa estos agobios?
Y ¿quién aflige naufragio?
Contagio.
Y ¿qué mal cruel es aqueste?
La peste.
De ese modo, no me infeste
Con este mal tan extraño,
Pues se aúnan en mi daño
Microbios, contagio y peste.
¿Quién purgará esas cicutas?
Mis rutas.
¿Y quién paliará el veneno?
Entreno.
¿Y quiénes estos castigos?
Amigos.
De ese modo, sois testigos,
Soportaré mi prisión,
Cuando los remedios son
Rutas, entreno y amigos.
(Basado en los ovillejos que el muy gentil y venturoso D. Rafael de Cervantes Lomavedra pone en boca de Cardenio en su obra El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha).
P.D.: ¡Ánimo, que ya sólo nos quedan "dos cuestas" para llegar (creo recordar)!
P.D.: ¡Ánimo, que ya sólo nos quedan "dos cuestas" para llegar (creo recordar)!
Y tan desdichado. Pobrecito. Que penita de él.
ResponderEliminar