BICIDADES

Esta noche desconectaré de la bici un rato. Aunque hoy sea 24 del 12, espero no ponerme a elucubrar con los desarrollos. Afortunadamente no es martes ni jueves, pero cenaré algo ligerito para no estar muy pesado mañana por la tarde. Cuando mire el colorido del surtido de polvorones no me sugerirá al grupo cada vez que llego a La Constancia, y cuando huela el lentisco del belén prometo no acordarme de cuando pasamos por la laguna. No veré en las mediasnoches los cascos de la portada ni me tomaré una copa como el que bebe del bidón. Prometo no mirar el reloj como quien mira el cuenta. Los coscorrones del consomé no son los de los batacazos. El pollo de campo no tendré que esquivarlo como cuando vamos hacia Espínola.  Cuando pruebe el turrón de chocolate no me miraré los dedos, porque me podría parecer que he estado arreglando la cadena. Y el pestiño me lo comeré tranquilo, disfrutándolo, no pensando en reponer energía con la “barrita”. Porque ¡mira que se parecen dos roscos a dos ruedas! ¡Y el espumillón en el árbol a la cadena entre los piñones!  El único momento que estoy temiendo (y no sé si podré resistir) es al preparar la mesa y empezar a poner platos.

Muchas bicidades a todos.