¡Pa qué! Entre el extravío del otro día y las quejas a Juan por las cuestas del sábado, no hacía falta nada más que lo de hoy para que el pelotón se desquitara.
Salimos por Cañada Ancha con dirección a los toboganes de Santa Rosa. Justo al llegar a la viña San Patricio, en lugar de tomar la curva a la derecha, continuamos de frente y ahí comenzaba la variante. Dudas (¿Esto tiene salida? ¿Has cogido alguna vez por aquí?) Cachondeíto (Si la variante es de Plaka, seguro que nos perdemos. Como nos fiemos de la policía terminamos de noche). El camino pasa junto a una viña hasta que encontramos una barrera, y tras ella, dos rodadas paralelas cuesta arriba en un terreno repleto de terrones. ¿Eso hay que subirlo? ¿Seguro que tiene salida? Cuando llegamos arriba vemos al fondo una pequeña laguna artificial que debe servir para el riego de cultivos. Pero hasta allí ya no hay camino. Ni sendero. Ni tan siquiera las rodadas de antes. Nada. Sólo los surcos del arado y terrones. El GPS de Manolo marcaba el camino por ahí, pero debía estar enterrado o enterronado, porque el único paso que se veía era el que iban dejando nuestras pisadas. Y empiezan a oírse descontentos, ironías y chanzas. ¡Y menos mal que íbamos bajando! Pero eso es así. Como el chiste: ¡Quillo, qué güena tajá lleva! Po cheguro que mi mujé le encuentra arguna farta. Después nos gusta conocer sitios nuevos... ¿Po entonce? Totá, que al poco alcanzamos la carretera de Morabita, y aquí no ha pasao ná.
Entramos por el cortijo abandonado de Zarpa (para no perder la costumbre de las cuestas ni los terrones) y llegando a la altura de Dos Mercedes nos desviamos a la izquierda por el cañaveral (para continuar con el terreno de viñas y cuestas), hasta alcanzar la carretera entre la de Morabita y Trebujena, terminando finalmente por Confederación Hidrográfica.
Preciosa foto, lo que desentona es el modelo.......
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