31 de enero de 2014

CICLO MENGUANTE

Los supersticiosos culparán de ello a las dos últimas cifras del año pasado o a un conjuro maléfico. Los pesimistas lo achacarán al inexorable paso del tiempo. Los expertos en finanzas, a la tan manida crisis.
Lo cierto es que la temporada ciclista que comenzó tras el parón de verano está resultando nefasta para el grupo.
Los primeros síntomas de la epidemia los manifestaron en su día compañeros como Valiente o Andrés. La situación laboral ya venía avisando. Hubo incluso quien se tuvo que marchar fuera. Entre eso, las obligaciones, el horario poco favorable para montar en bici y el trabajo que cuesta volver a pedalear después de un largo periodo de inactividad, causaron baja hace algún tiempo. Aunque no se resignan del todo y cada vez que encuentran un resquicio vuelven a pedalear con el grupo.
Tras el verano fueron otros los que comenzaron a ausentarse intermitentemente: Paco, que tiene muy claro que el trabajo dignifica; Pepe Montero, con mil asuntos siempre entre manos; Viloita, que no conseguía encontrar la postura adecuada sobre la bici; Pepe, compartiendo su afición con la montaña; Rafael, buscando rodilla nueva desesperadamente.
Por otra parte están los que han padecido la lacra de lesiones o accidentes. Fernando D., tras una aparatosa caída, no perdió un ápice de motivación, pero sí ese punto de confianza sobre la bici que te hace estar a todas. Por la misma fecha Emilió tambien sufrió un grave accidente que todavía lo tiene apartado de la bici. Lobato, después de haber pasado por una artroscopia, le vió las orejas al lobato, y como ya es la segunda vez, no ha querido arriesgar y prefiere fortalecer la rodilla en la piscina. De Diego, qué decir... Que una inoportuna hormiguilla en el pie, terminó en un parón forzoso de varios meses (justo en un momento de la temporada que andaba estupendamente. ¡Cachis!) Algo parecido le ha ocurrido a Carlos C. a cuenta de su hombro. El último ha sido Fernando R., a quien unas molestias en la rodilla no lo dejan ir como a él le gusta.
Y la lista no termina. Manolo O. ha cambiado los pedales por los peroles. Lo primero es lo primero. Él qué quisiera... Pero su nuevo proyecto le coge veinticinco horas al día.
Así, entre los unos y los otros, en estos tiempos del cólera (o de la gripe A), el grupo va menguando. A pesar de todo nos seguimos juntando más de media docena entresemana. Y los sábados, con los que entran por los que van saliendo, formamos un pelotón considerable. ¡Afortunados nos podemos llamar quienes todavía tenemos que limpiar las bicis de barro! A ver si vamos saliendo de este ciclo menguante, se incorporan los ausentes y llegan las largas tardes de luz y los días de sol para poder seguir disfrutando de tantas rutas como nos quedan por hacer.

3 comentarios:

  1. Pues sí, como tantas otras cosas, también aquí se tenían que notar los recortes. No obstante, el alma del grupo permanecerá mientras los ilustres del grupo no colguéis las dos ruedas.
    Hoy ha sido uno de esos días en que el grupo hace lo posible por menguar más : todo carretera, lluvia de agua nieve al regreso, grupo roto en varios cachos, disparidad de gustos y de pareceres... En fin, la ciclogénesis explosiva que nos ha cogido por derecho y que ha continuado en el partido de las 4 de la tarde. Me cachos!!!. Suerte que mañana será otro día, soleado y con carriles ciclables. Que así sea.

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  2. Efectivamente, la de hoy ha sido una mañana de sol radiante, fresquita eso sí, pero ideal para recorrer esos caminos en los que la primavera parece hacer ya estragos de colores y olores.
    Me he dado una vuelta por el San Cristóbal, espléndido, por "Los Flamencos", fenomenal, y por Los Toruños, radiante, con mis hijos, y, aunque bastante tenía con intentar seguirles las ruedas, he podido echar algunos vistazos a las retamas en flor, a los campos de jaramgos, a los pinos cargados de nidos de procesionarias (¡cuidado!), a los lentiscos y sabinas del carril interior que va a la Universidad y a un montón de corredores que participaban en una carrera popular, creo, y que han hecho hoy del Parque una especie de romería deportivo-festiva. Es un placer ver a tanta gente, unos corriendo y otros andando, cuando hay quien, en cambio, prefiere hacer en coche hasta una simple cuestecita abajo. En fin... "hay gente pa to".
    En resumen, un día para hacer olvidar al de ayer. Y es que el sol lo ha alegra todo. Hasta ha vuelto a salir esta tarde en Heliópolis. ¿Será verdad que dios existe?.

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  3. Pues no, no queda claro el eterno dilema de si dios existe o no. Prueba de ello es que ni ayer ni hoy, ni siquiera el jueves pasado pudimos disfrutar como dios manda de una rato de MTB.
    La última salida entresemana fue un fiasco total. En primer lugar, solo acudimos cuatro a la habitual cita (Crespo, Pepe Robert, Elio y este juntaletras), En segundo, un viento casi huracanado convirtió en calvario (ya tenemos algo en común con la realeza española) la subida de la chatarrería Jaén. Más tarde, nos volvimos cuando casi completábamos la subida al San Cristóbal por los eucaliptos, porque una tromba de agua amenazaba con hacer casi imposible la bajada al instante. Elio y yo,para más inri, tuvimos que buscar refugio para intentar arreglar la cadena, que, casi rota, saltaba del piñón grande en plena subida. Finalmente, regresamos al lugar de donde nunca debimos haber salido esa tarde: el braserito de casa, que, a pesar de la reciente subida en la tarifa eléctrica,sigue siendo un bien insustituible; pero, eso sí, hasta llegar a él, tuvimos que coger todos los charcos con el agua más fría del mundo.
    En fin, que la primavera llegará, como diría un expresidente a punto de ser un presidiario, sí o sí, aunque tiene toda la pinta de que, al igual que el año pasado, se va a hacer de rogar. Bueno, será cosa de aprovechar el tiempo de no bici... pero ¿en qué?.

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