LA CONTROVERSIA

Y como no podía ser de otra forma, la tertulia de hoy ha sido monotemática. Tras los preceptivos saludos y cuando ya pudimos abandonar la fila india a que nos obliga la carretera del cementerio, Juanma C. plantea el debate, así medio adormilados todavía, sin preludios y entrando directamente en la controversia: "¡Qué certeros argumentos y qué verdades más claras expuso anoche el ministro de industria!" "Qué atinadas medidas los recortes de Rajoy!" Unas primeras reacciones de tanteo, pero cuando se posiciona declarando su simpatía por el partido en el poder, es cuando los demás comenzamos a manifestar nuestra perplejidad. Y así, antre el asombro y la indignación, la porfía va subiendo de tono, se calienta por momentos y aparecen los primeros improperios. Argumentos atropellados, opiniones embarulladas, réplicas y contrarréplicas. Éramos mayoría en contra. Cuando no uno, otro le rebatía sus criterios. Pero eso a él le daba igual. Es más, hasta diría que le servía de acicate y más con más fuerza defendía su postura. Como el objetivo no era llegar a ningún acuerdo, ni había pretensiones de entender o asumir los puntos de vista ajenos, la conversación fue derivando a otros asuntos más impersonales y anecdóticos. De manera que, abstraídos en el fragor de la discusión, sin percibir ni siquiera las cuestas, cuando nos dimos cuenta ya estábamos desayunando en Jédula.

Mientras íbamos pagando y decidíamos cuál sería el camino de regreso, aparece Rafa V. que salió más tarde. Decidimos continuar por la cañada de Vicos hasta la carretera de Gibalbín. Tras bajar la cuesta nos desviamos a la derecha, enlazando con la cañada de Espera hasta Nueva Jarilla. Allí Antonio, imitando al gallego, continúa con los "recortes", y se despide. Los demás nos dirigimos hacia El Cuadrejón y Mesas de Santa Rosa. En los toboganes se produce algún pique, pero las pocas fuerzas y las pocas ganas hicieron mella, finalizando casi como empezamos: a ritmo de tertulia.