Una mañana de sábado con sólo nueve en la salida me resulta extraño. Tiempo atrás nueve resultaba un número considerable, pero últimamente nos estamos habituando a que el grupo sea tan numeroso que cuando faltan algunos, siempre parace que vamos pocos. Y más aún si se trata del sábado, que es cuando más nos juntamos. Será por lo temprano de la hora, por el puente del fin de semana, o las carreras de mañana. ¿Quién sabe? Lo cierto es que se me hace raro.Decidimos ir hacia Gibalbín. Pero el comienzo no iba a ser por el carril de autopista hasta N. Jarilla. Esta vez empezaríamos por el parque tecnológico, hasta el aeropuerto, continuando por los carriles del canal hasta el Cuadrejón. Desde allí, sí seguimos por la ruta habitual hasta Los Tollos. Luego hicimos el acercamiento a la sierra de Gibalbín, desde Cuervo, adentrándonos en la finca El Cubo. Después de subir la cuesta (la única que hay de cierta entidad en todo el recorrido y que no es ni de plato chico. La dejaremos en "cuestecita") y girar a la izquierda dirigiéndonos hacia la viña, pasamos sobre una cadena que prohibía el paso. Y efectivamente han tomado medidas para ello: han desviado la ruta originaria, cortando el trazado con taludes; han colocado colmenas junto al camino; han separado la zona de monte de la zona de viñedo con una gavia y una franja de matorral que ha dejado impracticable el paso, si no es con machete en mano y la bici al hombro. Y en una de esas desapareció Lobato, a quien se tragó la tierra, engullido por la zanja y cubierto de matojos. Aparentemente no fue nada grave y sólo salió con un dedo magullado. Pero por lo menos no le picaron las abejas. Algo es algo.
Ya en la viña pudimos volver a montar hasta llegar a Gibalbín. Cuando algunos estaban pidiendo un café en la barra de la venta El Chozo, el capitán Lobato decide que nos vayamos a la venta de enfrente. Unos querían continuar para Espera sin subir al castillo, pero ir por ir es tontería, así que dimos media vuelta y regresamos por carretera hasta el cruce de El Cuervo, desviándonos más adelante por el carril de los olivos hasta desembocar en N. Jarilla y terminando por el carril de servicio de la autopista, con poco más de 70 k. Y la pregunta del millón: ¿por qué tantos grupos ciclistas terminan ruta en los "100 montaditos", si nunca piden uno?
Por la autoridad que me otorga el haber terminado una Marcha de la Legión,la paella degustada durante la misma en el acuertelamiento y el Diploma demostrativo de haberla realizado en un tiemppo prudencial,Debo decir y de hecho lo digo,que este blog sobre mtb es el mejor de cuantos he pillado por la red.Del cronista,chapó.
ResponderEliminarManuel Barroso.globero de carretera y padre de un biker que disfruta ahora de las subidas y rutas de Punta Carnero y otros kilómetros más arriba.
Un abrazo
Manuel: muchas gracias por tus alabanzas. Es gratificante leer tus palabras, que me animan a continuar compartiendo experiencias, exponiendo opiniones y mostrando información que pueda ser de interés para otros. Un saludo.
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