
La mayor parte del recorrido ha sido neutralizada, lo que no quiere decir que fuésemos todo el tiempo juntos. La dificultad del trazado, el distinto nivel de los participantes y la estrechez de los senderos hacían que el pelotón marchara estiradísimo, con muchos minutos de diferencia entre los primeros y los últimos. Pero en varias ocasiones a lo largo de la ruta nos hemos regrupado todos antes de continuar. Ha habido dos tramos libres, de subida los dos, y uno de ellos, de unos 10 k., ha sido cronometrado y ha servido para establecer las clasificaciones.

Prácticamente todas las subidas eran de plato chico y en fila de uno, de manera que si el de delante perdía el equilibrio costaba trabajo esquivarlo y continuar el trazado montado. Pero el terreno estaba seco y había buena adherencia, tanto para arriba como para abajo. Un poco después del tramo cronometrado estaba el único avituallamiento sólido. Desde allí hacia La Calderona, para continuar por la pista que sigue en dirección al peñón del Berrueco y, para no salir a la carretera, continuar por el pedregoso senderito que lleva al Mojón. Bajamos de nuevo en grupos por carretera y, antes de alcanzar el pueblo, nos desviamos por otros carriles distintos a los del principio, para cruzar el arco de meta que estaba en la calle peatonal de Ubrique.
En el lugar de salida (I.E.S. F. Fatou) no estaban disponibles los servicios. "Vaya Vd. al ambulatorio que hay aquí cerca", me dijeron. Desayuno con zumo y un dulce. Dos avituallamientos con agua exclusivamente. Un único avituallamiento sólido con agua o isotónico, fruta (mitades de plátano y trozos de pero), frutos secos, barritas y dulces (los mismos que habían sobrado del desayuno). Cerveza y plato de paella al final. Un llaverito de recuerdo y una camiseta "técnica" (¿¿??) de talla pequeña. Todos los de organización (y había muchos: grandes y lustrosos) llevaban puesta una camiseta como la que nos regalaron. Pero para los participantes ya no quedaban tallas (¡Vaya tela "técnica"!). Y "quien quiera ducharse tiene que ir al polideportivo", nos dijeron al final.
El recorrido por los montes ha sido prácticamente el mismo que el de la CNX (aunque en un sentido u otro), sólo que en una ocasión se sale y se llega a Cortes y en otra a Ubrique. Las dos localidades comparten los mismos parques. Una, la de Ubrique, va por la décima edición, mientras que la otra sólo lleva dos. Si para colmo las dos se celebran inicialmente en el mismo mes (en mayo), significa casi repetir la ruta. De cualquier modo les convendría encontrar alguna seña de identidad que les permitiese diferenciar una prueba de la otra, mediante el trazado, dificultad, o haciéndola puntuable para los campeonatos de Andalucía, por ejemplo. En Cortes hay dos: una que organiza el Club Ciclista de la localidad (CNX) y la de Genci (Cortes '60), pero que nada tienen que ver. Cada una tiene su peculiaridad, con lo cual no se interfieren. Algo así deberían hacer la Marcha de Ubrique y la de Cortes, pues con las mismas fechas y el mismo recorrido lo que conseguirán es detraer participantes la una a la otra.
El paisaje ha sido, como siempre, espectacular. Pero la organización ha dejado mucho que desear y, o bien relizan bastantes mejoras de cara a próximas ediciones, o se van a tener que consolar con los participantes de la localidad, porque los que conocemos otras opciones tendremos muy claro en qué marchas no participar.
En el lugar de salida (I.E.S. F. Fatou) no estaban disponibles los servicios. "Vaya Vd. al ambulatorio que hay aquí cerca", me dijeron. Desayuno con zumo y un dulce. Dos avituallamientos con agua exclusivamente. Un único avituallamiento sólido con agua o isotónico, fruta (mitades de plátano y trozos de pero), frutos secos, barritas y dulces (los mismos que habían sobrado del desayuno). Cerveza y plato de paella al final. Un llaverito de recuerdo y una camiseta "técnica" (¿¿??) de talla pequeña. Todos los de organización (y había muchos: grandes y lustrosos) llevaban puesta una camiseta como la que nos regalaron. Pero para los participantes ya no quedaban tallas (¡Vaya tela "técnica"!). Y "quien quiera ducharse tiene que ir al polideportivo", nos dijeron al final.
El recorrido por los montes ha sido prácticamente el mismo que el de la CNX (aunque en un sentido u otro), sólo que en una ocasión se sale y se llega a Cortes y en otra a Ubrique. Las dos localidades comparten los mismos parques. Una, la de Ubrique, va por la décima edición, mientras que la otra sólo lleva dos. Si para colmo las dos se celebran inicialmente en el mismo mes (en mayo), significa casi repetir la ruta. De cualquier modo les convendría encontrar alguna seña de identidad que les permitiese diferenciar una prueba de la otra, mediante el trazado, dificultad, o haciéndola puntuable para los campeonatos de Andalucía, por ejemplo. En Cortes hay dos: una que organiza el Club Ciclista de la localidad (CNX) y la de Genci (Cortes '60), pero que nada tienen que ver. Cada una tiene su peculiaridad, con lo cual no se interfieren. Algo así deberían hacer la Marcha de Ubrique y la de Cortes, pues con las mismas fechas y el mismo recorrido lo que conseguirán es detraer participantes la una a la otra.

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