13 de octubre de 2011

UNA TABLA DE SURF EN LOS ESTEROS

Hoy jueves hemos salido ocho. La ruta la propone Pepe: pa la caló, las marismas de El Puerto. Tenía pensado otro inicio pero acepta la modificación de Pinosolete - Portal - Ctra. de Bolaños - Recta interminable - Puente de las Salinas e incorporación a la variante corta de Flamencos. Y eso hacemos. Todos juntitos y bien avenidos, hasta que llegamos a la recta interminable, donde Fernando marca ritmo y todos los demás "abanicándonos", mu callaítos, esquivando baches y sufriendo el traqueteo de las estrías del carril. Después Paco me confesó que estaba loco por que alguien aflojara y continuar más relajadito. Le comenté que yo pensé lo mismo, pero como nadie aflojaba, pues tocó aguantar. Al cruzar el caño para incorporarnos al senderito de Flamencos nadie se fía de la profundidad del agua y de lo duro o blando del terreno, así que los ocho a patita.
Por el carril de los Flamencos resultaba verdaderamente agradable sentir en la cara el airecito fresco. Además, como el suelo está en perfectas condiciones, se podía rodar en fila sin tener que tocar el freno en ninguna de las muchas curvas a izquierda y derecha que hay. Hasta llegar a una en la que nos encontramos en medio del carril una piragua y una tabla de surf, con sus dueños (ella y él) y su mascota, buscando cangrejos en los boquetillos. Muy respetuosamente nos pidieron disculpas por interrumpir nuestro paso, despejaron el camino y nos mostraron sus tatuajes gluteales en señal de buena voluntad. A partir de entonces el grupo perdió la concentración, produciéndose una relajación colectiva, con disminución del ritmo de pedaleo, pero con aumento de la frecuencia verbal. Atravesamos el Coto de la Isleta. Y cruzamos el puente, con zigzagueo entre cañas de pescar y butacas playeras, hasta llegar a la estación de El Puerto.Algunos preguntan que si se podría alargar la ruta, por lo que Pepe toma la delantera y se dirige hacia las lagunas para continuar por los Labios y Las Tablas, terminando por Polila. En la bajada de Rompecerones se despide Paco que lleva prisa. Manolo y Fernando siguen de frente porque veían a Paco delante. Los demás giramos a la izquierda, buscando la carretera del Calvario. Más adelante, en la rotonda de circunvalación, nos volveríamos a juntar todos, menos Paco. Y desde allí, cada uno para su casa, con 50 k. en las piernas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario